miércoles, 26 de noviembre de 2008

Finger Food

COMO EN MUCHOS ámbitos de la vida, a veces, lo que mejor funciona es lo espontáneo. Lo natural, lo que no estaba en los planes.

Las cenas improvisadas y rápidas, donde probamos mucho y no comemos demasiado. Las cenas que aterrizan de latas, tostas y lo que tengamos en la nevera.

Por lo menos una vez a la semana, y si en casa son pocos, es bueno divertirse cocinando. Bueno, cocinando, es una forma de decir.

Picotear. La cena perfecta, si lo que hay en la mesa merece una sonrisa. Porque vamos a aclarar un poco el tema. No es lo mismo poner las sobras de la semana, que abrir un abanico de exquisitos bocados.

Para mí, una buena "picada" tiene que tener, por lo menos, cuatro platillos diferentes. Yo tengo una lista, mental, que me sirve de ayuda cuando no sé qué preparar.

A saber:

Un clásico que nunca falla: tostaditas con queso crema, salmón o cualquier ahumado, un tallo de cebollino y voilà.

Una lata de mejillones en escabeche, también podría ser de ventresca, o navajas; o lo que tenga a mano. Colocar sobre un trozo de pan crujiente, una pincelada de mayonesa y un mejillón.

Embutidos: caña de lomo, jamón serrano, y si es ibérico, ya son palabras mayores.

Una tortilla francesa, o unos huevos estrellados, o revueltos, o como más bronca le dé.

Guacamole: aguacate maduro pisado con un tenedor, cebolla cortada pequeña, pimiento, sal, aceite de oliva y zumo de limón.

Un camembert: al natural o calentado dos minutos en el horno.

Queso Grana Padano: roto o en escamas.

Unos mojos: si tiene ganas, y tiempo, unas batatas hervidas con un puñado de sal marina por encima.

Una provoleta: hecha en una plancha caliente con un hilo de aceite de oliva y un poco de tomillo fresco.

Aceitunas, almendras saladas y pistachos.

Nunca, pero nunca, puede faltar una buena barra de pan recién horneado.

Ahora si Vd. es uno de esos entusiastas y cocinillas, la lista se alarga hasta el infinito. Montaditos, ataditos de espárragos, pequeños quiches de gambas, de jamón, de espinacas; de lo que su imaginación le dicte.

Lo importante de estas cenas es la variedad y la cantidad de colores que dispongamos sobre la mesa. La boca infiel que pasa de un sabor a otro. Divertirnos. En familia, con amigos o en pareja. Comer con las manos, ser originales en las combinaciones. Transformar una noche cualquiera de martes, post oficina, en una fiesta cosmopolita.

www.diazaraujo.blogspot.com

ROSARIO DÍAZ ARAUJO GASTRÓNOMA

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sábado, 15 de noviembre de 2008

¿El huevo o la gallina?

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Particularmente cuando salgo a cenar o a comer fuera, me gusta no pensar. Sentarme y dejar que la función comience. Que cada uno de los actores haga su papel a la perfección, que la obra sea especial y memorable. Me molesta bastante que el engranaje no esté aceitado, que la mesa demore cuarenta minutos y la comida bastante más.

Algunos dirán que soy un poco maniática, pero creo que a nadie le gusta pagar por algo que no es lo ofertado. Generalmente la expectativa es directamente proporcional a la columna derecha del menú. Mientras más cifras tiene la cuenta, más ganas tenemos de sentirnos como reyes. Eso es así aquí y en la China.

Sin embargo, ¿qué es "eso" que nos deja una sonrisa en la cara, luego de pagar la cuenta? ¿Es la comida? ¿Es el servicio? ¿O una maravillosa combinación de ambos?

Pues muchos de nosotros diremos: la tercera opción, claramente. De acuerdo, pero si "esto" fuera tan fácil no fracasarían un gran porcentaje de los establecimientos gastronómicos.

Vamos a ver, si uno sabe de antemano que pagará poco, mucho no se preocupa. Quiere comer, tiene hambre; que sea rápido y en lo posible rico. Si se cumple, es correcto. Recuerdo vago pero feliz.

Pero si el plan es darnos un homenaje, celebrar, y está dispuesto a gastar un dinerillo, la cosa se pone más complicada. El listón está más alto, buscamos una experiencia, quizás nuestro parámetro sea alguna cena memorable. Y el pobre restaurante se tiene que hacer cargo de todos estos intangibles. Frente a este tipo de situaciones creo que un buen servicio hace maravillas. Un camarero despierto, con conocimiento de la carta y una sonrisa brillante, puede hacer magia. En este tipo de situaciones, la acotación precisa y la cordialidad del servicio halagan al comensal. Si a esto le agregamos una cocina correcta, la suma es fácil. Éxito. Recuerdo vívido, entrañable y con futuro.

Mientras escribo reflexiono acerca de los lugares a los que uno vuelve, por el motivo que sea. Y pienso que quizás sea más importante el hecho de comer. Saciar la necesidad. Si el servicio es malo y la comida buena, probablemente volvamos. Si la comida es mala y el servicio bueno, iremos a tomar una copa.

En el peor de los escenarios, si la comida es pésima y el servicio da pena, creo que nos tendrían que pagar por estar ahí.

www.diazaraujo.blogspot.com

Rosario Díaz Araujo

lunes, 3 de noviembre de 2008

Mendoza chic!

Califican a Mendoza entre los diez mejores lugares del mundo para visitar

Fuente Diario Los Andes

Así lo indica un relevamiento de la revista National Geographic Travel, donde participaron 280 expertos. Los motivos: buena comida, vinos, hoteles y paisajes. Es la única provincia latinoamericana en el "top ten".

Virginia Di Bari - vdibari@losandes.com.ar
Que Mendoza resulta atractiva para los turistas nacionales y extranjeros ha dejado de ser una novedad. Pero que la revista National Geographic Travel incluya a la provincia dentro del top ten de lugares para visitar en el mundo es un dato que sorprende. Los motivos de la elección describen que se trata de una ciudad que combina la cordillera, los viñedos y parques, donde se encuentran actividades culturales, restaurantes y hoteles de primera categoría y buen vino.

Un escenario que, al parecer, no pasa inadvertido por aquellos que llegan a conocer estas tierras.

La investigación se llevó adelante sin fines promocionales, sino que tuvo como objetivo recorrer diferentes destinos del continente, para luego evaluarlos en base a una serie de condiciones que lo hicieran un sitio único.

En el relevamiento participaron 280 expertos en preservación histórica, cultura indígena, ecología, turismo sustentable, geografía, periodistas y fotógrafos especializados en viajes y arqueólogos. Ellos tuvieron que realizar sus evaluaciones teniendo en cuenta seis criterios: el entorno y la calidad ecológica, integridad social y cultural, condiciones arqueológicas, apariencia estética, calidad de la gestión de turismo y la apuesta al futuro.

En este contexto, Mendoza quedó ubicada en el décimo lugar con 79 puntos, en una larga lista de 110 sitios de todo el mundo. Aunque eso no es todo. En el ranking, la provincia comparte los primeros puestos junto a escenarios europeos, como algunos destinos de Austria, Francia o Bélgica y también de Japón.

"Si bien todos son lugares distintos, varios tienen en común el tema del vino, mientras que en otros casos también se ha hecho hincapié en la conservación arquitectónica", señaló Lía Lamamy, Directora de la carrera de Turismo y Hotelería de la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Mendoza.

El detalle que se hace sobre el territorio local en la revista internacional denota una postal de un visitante impactado por los paisajes naturales, la comida, los alojamientos, las bodegas y el vino. Destaca la iniciativa de los emprendedores, pero también aclara que el turismo está en una etapa de crecimiento y aún queda mucho por realizar (ver aparte).

"Mendoza es capaz de despertar esa sensación porque sin duda hay bodegas, restaurantes, hoteles y vinos muy buenos. Se nota que ha visitado lugares que normalmente los ojos locales no ven. Por eso, los mendocinos tienen que seguir descubriendo el potencial que tiene la provincia", apuntó Lamamy.

Por su lado, Fernando Rodríguez, director de la carrera de Turismo de la Escuela Internacional de Turismo, Hotelería y Gastronomía de Mendoza, explicó que la provincia está considerada dentro del top ten de lugares para visitar porque es la zona más accesible e imponente de Los Andes y cuenta con la cima más alta del continente.

"Conjuga un buen equilibrio de naturaleza, cultura y servicios turísticos. Está diversificando su oferta en la combinación del turismo enológico con el arte (gastronomía, música clásica, tangos) y en el crecimiento de productos nuevos como los relacionados a la olivicultura y espectáculos deportivos, como TC 2000 o Dakar", agregó Rodríguez.

De esta manera, hay espacios que actúan como imanes para los viajeros. Los más solicitados son el Cañón del Atuel y Valle Grande (ambos en San Rafael), la Caverna de las Brujas (Malargüe), la Laguna del Diamante (San Carlos), la montaña, la ciudad y las bodegas.

"Es que no hay que olvidarse que la provincia ofrece un contexto natural enmarcado por los viñedos, la nieve, la cordillera, los vinos, que se suman a la Fiesta de la Vendimia. Son productos que el turista busca siempre. Encima tiene el plus de llevarse una buena recepción, ya que los mendocinos estamos catalogados en las encuestas como montañeses hospitalarios", sostuvo el director de Promoción Turística, Federico Vázquez de Novoa.