lunes, 28 de abril de 2008

Nota en El Dia


Nota on line aquí

Está claro que uno no se hace parte de una ciudad hasta que no descubre aquellos sitios donde se siente como en casa. Donde la calma y los aromas no nos molestan porque suenan familiares, donde la comida es ligera y el trato amable.

Como trabajo en La Laguna inicié hace un tiempo esta culinaria búsqueda de lugares que se me hicieran fáciles de querer, y a los que no fuese una carga volver cada mediodía para retomar fuerzas. Así que cual Pepe Carvalho* me lanzo a las callecitas adoquinadas y distraídas de mi nueva ciudad en busca de restaurantes cálidos. Qué placer siento al dejarme llevar por el instinto, voy con la mente en otros lugares y cuando mi intuición me lo dicta, cruzo la puerta y me adentro. Me parece que una buena manera de medir la calidad de un lugar es pidiendo el menú del día. Es una de las pocas formas medianamente objetivas que se me ocurren.

Y luego de estos días de caminatas laguneras he encontrado que hay ciertos sitios que abren sus puertas de par en par para que el comensal del mediodía se sienta cómodo y pueda liberar tensiones. En esos me quedo encantada y vuelvo una y otra vez, porque generalmente no me decepcionan. Como cocinera sé que lograr un menú diario variado y divertido no es una tarea fácil. Por eso a ellos va mi sencillo homenaje.

Uno de los primeros que descubrí fue la Tasca Herradores, un lugar acogedor y adorable por su fresca decoración. El menú es sencillo pero siempre muy rico, quizás algo calórico. Como la mayoría de las comidas que dan placer.

Otro local medio escondido y generalmente con poca gente es El Correillo, allí los platos son sabrosos y equilibrados. Un día tuve la suerte de degustar una de las tartas y son realmente magníficas. La música acompaña mi lectura y me traslada. Un día de esos cansados mientras estaba por pagar para retirarme percibí como Louis Armstrong me cantaba al oído Cheek to cheek, en ese momento pensé que la vida me sonreía y salí caminando y tarareando la canción. Claro está que es uno de mis lugares favoritos para cortar el día.

El Anticuario es una tasquita muy simpática como para ir a despejarse un viernes y dar por iniciado el fin de semana. Allí la comida es divertida y creativa. Aunque no posee menú tiene una barra donde uno puede escoger unas cuantas tapas y beber una copa de vino por un precio accesible. El servicio es muy amable y aunque uno esté solo se siente acompañado.

De un perfil, quizás, más bajo he encontrado una cafetería que tiene todos los días unas cuantas opciones de entrante y plato principal, razón que la hace atractiva. La Luna es la típica cafetería con los canales de música encendidos, servicio rápido y mucha cantidad en el plato. No tiene ningún lujo pero la cocina es simple, casera y muy variada.

Hablando de lujos es inevitable mencionar La Ostería de Andrea que también tiene un menú muy creativo y con materias primas de gran calidad. Aunque generalmente prefiero sitios un poco más relajados es una gran opción para convertir el almuerzo diario en una pequeña fiesta.

Por ahora, estos son solamente algunos de los lugares en los que me siento como en casa, y esa sensación es reconfortante cuando salgo a la calle soleada y alzo el rostro al cielo con una sonrisa por haber pasado un buen momento. Me voy a las calles a conocer nuevos lugares de los que, estoy segura, habrá miles por descubrir.

* Personaje literario ideado por Manuel Vázquez Montalbán, investigador privado y sibarita.



Mi primera nota publicada en el periódico más importante de Tenerife me ha tenido varias noches en vela como cuando tenia que rendir un examen en la facultad. Frente al objetivo cumplido, no pude más que dormir hasta las 9.00 de felicidad.

sábado, 5 de abril de 2008

Comida canaria: la simpleza de la exquisitez.


Foto de Lancastrian

Nunca deja de sorprenderme como cada pueblo echa mano a lo que tiene cerca y lo transforma en maravillas gastronómicas. Las Canarias son siete islas con plataneros, pescados, cabras y mucha imaginación.

Uno de los primeros sabores que mi paladar reconoció como canario fue el amogrote. Apenas llegados comimos en la Palza del Príncipe de Santa Cruz, es un barcito divino, con comida simplona pero creativa, todo tiene su vueltita.
A pesar de que al principio todo nos parecía carísimo nos dimos ese lujo. Nos sentamos y pedimos un poco de cada cosa. El amogrote quedó en nuestro recuerdo como algo difícil de describir pero muy rico. Con el tiempo supe que su origen es "gomero" (de la isla de La Gomera) y su realización aparentemente fácil es un secreto bien guardado.
Con la cocina de canarias me pasa justamente eso, es como que todos los platos aparentan una simpleza que oculta gran perfeccionamiento. La papas arrugadas: son papas maravillosas que tienen aquí, sólo comparables, a mí entender con las peruanas. Papas pequeñas, cremosas, de colores, sabrosas. Ellos las hacen "arrugadas", en algún momento esta cocción se hacía con agua de mar, pero como todo, ahora se hace con agua y una buen puñado de sal gruesa marina. La ciencia es que el agua no debe cubrir las papas, éstas se dejan hervir hasta que el agua se haya evaporado, se dejan unos segundos agitando la olla para que la sal se les pegue a la cáscara. Al momento de comerlas dicen, hay que pelarlas, para mí, lo mejor está en la piel. Pero lo más exquisito de estas papas es que las sirven con "mojos" y en mi boca esa mezcla de la papa untuosa y la expresividad del mojo se unen para hacerme feliz. Las sirven en casi todos los restaurantes generalmente acompañando pescado. Son imperdibles.
Bien, ahora como hacer un mojo medianamente digno es toda una ciencia, aquí los venden como la mayonesa, en todos lados. Los hay verdes, rojos picantes y suaves, de almendras, de zanahoria y segurante algunos más. De los que he probado el que más me gusta es el "palmero" (de la isla de La Palma).
Uno de los platos típicos es el Conejo al Salmorejo que apenas consiga una buena receta la subiré. Otro apartado merecen los postres muchos con plátano que son memorables.
Recetas:

Mojo canario picón

Ingredientes:

1 vaso de aceite,
3 cucharadas de vinagre,
2 dientes de ajo,
una o dos pimientas piconas (chiles rojos frescos),
1 pimiento morrón grande asado,
unos cominos,
sal.

Preparación:
Asar un pimiento rojo, quitar la piel, poner el vaso del mixer junto con los ajos, los ajíes, la sal gruesa y unos granos de comino. empezar a licuar, ir agregando un hilo de aceite para emulsionar. Agregar el vinagre y rectificar el sabor. Conservar en la heladera en frasco cerrado.


Receta del Almogrote:

Hay que elegir un queso muy curado (200gr), por supuesto aquí lo hacen con unos quesos espectaculares que tienen, se ralla y se pone en la licuadora o el mixer con un diente de ajo, una pimienta picona o chile rojo y medio tomate, sal, pimienta y un chorrito de aceite. Debe quedar de la consistencia de un paté. Hacer tostaditas y servir. Al tene run sabor tan penetrante pide a gritos una buena copa de vino tinto, por ejemplo una copa de Dominguez Cuarta Generación. Este es un vino canario de Tacoronte Acentejo con paso por barrica.